martes, 24 de mayo de 2011

¿Estas preparado para cuando tus hij@s se encuentren con las drogas?

Es inevitable preocuparse por un fenomeno como el consumo de drogas que está presente en nuestra sociedad y que puede entrar en las vidas de nuestros hijos e hijas precisamente cuando buscan con mayor impetu ser autónomos. Pero las drogas no pueden ser motivos de angustia, sino de atención. Nuestros hijos e hijas no tienen por qué probarlas necesariamente y, si lo hacen, tampoco es inevitable que acaben dependiendo de ellas. En gran medida, los recursos personales que hayan desarrollado en su formación son su mejor seguro para protegerse de esas llamadas al consumo, y en eso los padres y madres tenemos muchos que aportar.

El consumo de drogas no es nuevo, durante siglos se han empleado todo tipo de sustancias que modifican el estado de conciencia y que crean adicció, tanto en rituales como para el consumo en momentos de ocio. Generalmente se inicia en épocas tempranas del desarrollo humano. Una de las teorías explicativas más antigua y más probada en el campo de las drogas es la teoría de la escalada. Esta teoría nació a mediados del siglo anterior y postula que el consumo de drogas se inicia con las sustancias legales como el alcohol y el tabaco, luego se consumen sustancias ilegales consideradas "blandas" como la marihuana para después pasar a sustancias consideradas "pesadas" como la heroína (Freedman, Kaplan y Sadock, 1982). Se ha demostrado ampliamente que tanto el inicio de consumo de sustancias legales como ilegales comienza en la adolescencia, las legales en la adolescencia temprana y las ilegales en la adolescencia tardía.  Nuestros muchachos se conectan con las drogas a edades cada vez mas tempranas, cuanto mas temprano se comienzan a probar drogas más posibilidades hay de caer en una adicción o en el consumo de varias sustancias (politoxicomanía). De ahi la importancia de retrasar todo lo posible la experimentación.

¿Qué tiene de interesante y atractivo el consumo de drogas?
El consumo de drogas, más que la sustancia en sí, se adapta a los patrones de conducta y aspiraciones propios de la identidad juvenil en formación. Ésta epata evolutiva se caracteriza por:

La grupalidad: Chicos y chicas buscan su identidad y construyen su personalidad entre iguales. El grupo aporta seguridad, relación de pertenencia y diferenciación frente a otros. Desde ese punto de vista evolutivo, cumple un papel de intermediación entre el entorno familiar y el individualizado o la relacion de pareja cuando ya la tienen.

La simetría: Una consecuencia de la grupalidad es la enorme influencia de esos iguales en la imitación o en la competencia. Desdes en gregarismo asociado a la pertenencia o desde el alarde asociado a la búsqueda de liderazgo, la presión de grupo lleva en muchas ocasiones a chicos y chicas más lejos de lo que desearían.

La experimentación: En el plano interpersonal, los chicos y chicas se prueban muchas veces a sí mismos buscando nuevos desafíos y sensaciones, transgrediendo las normas. Aumentan así su experiencia vital y tratan de asegurarse de su posibilidad de autodominio o autocontrol.

La presión: Chicos y chicas viven hoy en día situaciones de bastante presión. Muchos adultos piensan que la exigencia escolar es muy baja y poco estresante, pero se olvidan de otros aspectos como la angustia ante un futuro incierto, la escasa capacidad de aguantar la frustración tras una infancia en la que casi todo le estaba permitido, el exceso de actividades extraescolares e incluso sus rutinarios espacios de ocio.

Deberias saber que...

* Hoy en día, el consumo de drogas no puede asociarse con ningún esterotipo más o menos excluyente. No existe el retrato robot del joven o la joven drogodependiente.

* Ese consumo es compatible con posturas conservadoras o progresistas. Se consumen en grupo pero también en solitario. Pueden tomarlas personas tanto extrovertidas como introvertidas. Tampoco están libres de consumirlas los aficionados al deporte y ejercicios o los fanáticos de video juegos. Los rebeldes sin causa y los obedientes que cumplen horarios y normas. Los estudiosos y los malos estudiantes, aunque es cierto que el fracaso escolar es un factor de riesgo.

* Por ello, más que obsesionarnos con los signos externos, aunque en algunos casos puedan ser indicativos, la mejor prevención consiste en ayudar a nuestros hijos e hijas a saber escoger en la vida, a que tengan su propia forma de ser y a que aprendan a vivir con los demas.

Los muchachos hoy en dia consumen sobre todo alcohol, que es como mucho la sustancia mas gerneralizada, casi siempre la ingesta suele ser en grupo. Recurren mucho a las mezclas de bebidas alcoholicas para que sea mas barato (economico) y buscar gustos mas dulces y nuevos sabores lo que a su vez puede aumentar los efectos negativos del alcohol. El cigarro es la segunda sustancia mas consumida. Había caído mucho entre la juventud, pero en los ultimos años ha experimentado cierta subida y especialmente entre las chicas. En ambas sustancias legales se observa que la edad promedio de inicio es muy temprana, hablamos de 13 años, aunque en los ultimos tiempos parace que esta edad se reduce algo. Aunque como padres debemos estar especialmente atentos y vigilantes a la etapa entre los 12 y 15 años ya que estas edades son las de mayor riesgo de acercamiento a las drogas y tambien es la etapa mas basica para ejercer comportamientos preventivos.

Factores familiares

La familia es sin duda un factor principal a la hora de comprender el fenómeno de las drogodependencias. Y es importante porque el clima familiar en el que se mueve un individuo es decisivo para configurar su personalidad, sus actitudes, su autoconcepto y su forma de interrelacionarse con el medio social y cultural. Además, la influencia que otros contextos sociales puedan tener sobre los hijos, pasa normalmente por el tamiz de los padres, ampliando o disminuyendo sus efectos, tanto positivos como negativos.

La familia es el primer marco de referencia en el que se realiza la socialización del individuo. Este proceso es crucial para la formación del adolescente. Los padres, además de cuidar y proteger a sus hijos, como modelos de comportamiento.

Los estudios ponen de manifiesto que una buena relación con los padres es una poderosa protección ante el consumo de drogas y que una correcta comunicación entre padres y hijos y un clima propicio son necesarios porque la comprensión, la satisfacción percibida por el joven, el desarrollo del autoestima y el autocontrol, facilitan su progresiva independencia del grupo familiar.

Es fundamental. Pero nunca hables desde la posición del sabelotodo. Ni te pongas en una posición amenazadora, policíaca. Siempre trata de escuchar, sin condenar. No lo pongas en la incómoda situación de preguntarle: “¿Alguna vez consumiste sí o no?”. Lo más probable es que no te diga la verdad. Mucho mejor es que empieces por preguntarle sus propias opiniones. Respetándolas.
Pero si la conversación es propicia, no lo dudes. Da tú también tu propia posición sobre las drogas. No quiere decir que le des un aburrido sermón. Pero sí que le digas que lo quieres mucho. Tanto, que verlo hacerse daño con las drogas te haría mucho mal. Porque es bueno que tu hijo sepa que la adicción a las drogas puede hacerle daño. Y que es importante no involucrarse con ellas. Es bueno que se lo digas, de algún modo. Tu posición tiene que ser clara y firme.

Habla con el corazón. Aunque tu hijo no te de una respuesta en el momento, la conversación le va a quedar adentro. Y tarde o temprano, lo tendrá presente.

¿Qué hacer en caso de necesitar ayuda?
Puede suceder que la prevención no sea suficiente, y que tengas que enfrentar en tu propio hijo el problema de la adicción a las drogas. En primer lugar, tienes que pensar que no es lo mismo “ser un drogadicto” que “estar drogado”.Si tu hijo ha consumido puntualmente alguna sustancia, lo mejor es abordar el tema con comprensión y comunicación. Pero si tu hijo ya es un adicto, tendrás que pedir ayuda a profesionales, a grupos, a gente que puede orientarte y que tiene experiencia al respecto.

¿Y cuándo considerar adicto a un adolescente?
Pensemos que un adicto es una persona que ya no puede parar, que no puede controlar el consumo de drogas y necesita compulsivamente la sustancia. Gran parte de su tiempo lo ocupa pensando en la droga, que así se vuelve un asunto central en su vida. Y sobre todo, ya no puede medir las consecuencias negativas de sus actos. Por ejemplo, si a pesar de haber tenido accidentes a consecuencia del alcohol, la persona sigue tomando, entonces estamos ante una problemática de adicción que necesita recibir ayuda. Si tu hijo se halla en una situación similar, no dudes en llamar a alguna Institución de ayuda. Tu hijo está en estado de riesgo. ¡Tienes que hacer algo!

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